sábado, 1 de marzo de 2014

Día diez - Los Gordos somos vagos

Es increíble comprobar como, a medida que se va perdiendo peso por el método que estoy siguiendo, notas como tu cuerpo empieza a estar más activo. Si alguien conoce el motivo por el que esto sucede, por favor, que comente y nos lo explique para que todos podamos ser partícipes.

Esto de estar más activo lo digo porque yo antes no era así. A mi antes para moverme de casa me tenían que decir que nos íbamos a una exposición de Star Wars o que la Pataki estaba paseando por la calle en pelotas, aunque esto último nunca me lo creía... llamadme excéptico si queréis. Porque esto es así, tu actividad fuera del sofá es directamente proporcional a tu masa corporal. Se podría escribir hasta una fórmula: E = m·c², dónde "E" sería Estaticidad, "m" sería masa corporal y "c" sería cansancio. Sí amigos, Estaticidad igual a masa corporal por cansancio al cuadrado. Se acabó ya eso de pensar que es la fórmula de la relatividad. Es la fórmula de lo vago que te vuelves cuando estás Gordo.

Hasta que empecé con esto de la dieta, todo mi contacto con el deporte había sido cuando jugaba al Fifa en la consola, pero ahora me he vuelto como una especie de Chicho Terremoto. Me he comprado la bicicleta para ir al gimnasio porque así es mucho más sano y porque aparcar en la puerta del gimnasio por la tarde se había vuelto misión imposible. Esta mañana ha sido la primera vez que he ido al gimnasio con ella. Cuando he salido de casa estaba chispeando, pero a mitad de camino se ha puesto a llover de una manera un poco más seria, así que cuando he llegado al gimnasio parecía el informático de Parque Jurásico cuando la lagartija esa lo rocía de ácido, pero con la misma cara y todo.

Y es que cuando te compras una bicicleta como que te envalentonas, y le dices a tu mujer: - "¡Mari! Mañana me voy a ir a trabajar en bici". Con dos cojones, sí señor. Te levantas por la mañana, coges la bici y empiezas a pedalear, que tú te ves como Indurain subiendo el Tour Malet, y pareces el Piraña de Verano Azul. A los cien metros ya empiezas a pensar que has abierto la boca más de la cuenta, a los doscientos metros piensas que ojalá haya una UVI móvil en la puerta de tu empresa cuando llegues, y cuando empiezas a subir la primera cuesta (que ahora entiendo por qué se llaman así), a mitad de subida das la vuelta y aprovechas la bajada para que te de impulso para llegar a casa y aparcar el cacharro ese del infierno, que en buena hora te lo has agenciado. Y llegas a casa, más rojo que José Mercé después de un concierto a capela, y le dices a tu mujer, muy digno: -"¿Sabes qué? Es que estoy pensando que luego allí no tengo dónde dejar la bici, y es un follón. Mejor cojo el coche y la bici para ir al gimnasio". ¡Ay amigo! 

Otra cosa que hacemos mucho los Gordos es dejarnos barba. Mucha gente piensa que es porque eso nos disimula la papada, pero no es cierto. La verdad es que nos dejamos la barba porque nos da una pereza enorme levantarnos del sofá para afeitarnos. Que mi mujer el otro día estaba haciendo ganchillo y le digo:

- Mari, ¿qué haces?
- Ganchillo.
- ¡Ah! Qué bonito, y ¿qué estás haciendo?
- Un pañito.
- Mari, que la tele es plana y si lo pones va a tapar media pantalla.
- No, si es para ponértelo a tí, que últimamente me estás cogiendo mucho polvo.

Porque nos movemos menos que Karpoff pensando en la siguiente jugada. Es entonces cuando empezamos a decir frases automáticas, a las que vamos a llamar "Frases de Gordo". Os voy a dejar aquí un manual para que podáis entender lo que decimos los Gordos y qué queremos decir en realidad:

- Ya voy = No he oído lo que me has dicho.
- Que ya voy = No he oído lo que me has dicho y no me importa.
- Un segundo que ya voy = Sigo sin oir nada y además ahora por pesada no pienso hacerlo.
- Jo, si te he dicho que ya iba = A ver si ya te has dado cuenta de lo vago que soy y la próxima vez que me vayas a pedir algo, te lo piensas antes y lo haces tú directamente.

Porque nos hemos vuelto vagos amigos, porque no es lo mismo mover un cuerpecito esbelto y en forma que mover la masa de carne en la que nos hemos convertido por dejarnos. Así que no os dejéis, y si todavía estáis a tiempo, ponedle solución. De eso trata este blog, de poner solución a algo que se ha dejado hace mucho tiempo, y de demostrar que nunca es tarde. Porque yo ya estoy en el camino correcto para salir de este trance en el que me encontraba y quiero marcaros el camino a los que no encontráis la fuerza suficiente. Creedme, ¡se puede!

Vamos con la dieta de hoy:
  • Desayuno: Café con leche y tostadas.
  • Almuerzo: Un plátano.
  • Comida: Patatas fritas con gulas y huevo revuelto y una naranja.
  • Merienda: Tazón de leche semidesnatada con cereales con fibra y fruta.
  • Cena: Hamburguesas (porque yo lo valgo y porque de vez en cuando sabéis que me voy a dar mi capricho.
Día diez - 01/03/2014 - Peso Actual: 118 kg - En proceso de "desvagocificarme" (me lo he inventado).

No hay comentarios:

Publicar un comentario