viernes, 14 de marzo de 2014

Día veintitrés - Los centros comerciales

En el título de la entrada de hoy he nombrado al peor enemigo de un Gordo. Y es que un centro comercial para un Normal es un lugar en el que puede pasar el rato, comprar ropa, tomar algo, ir al cine, etc. Para un Gordo es exactamente lo mismo, sólo que cada una de las actividades que he nombrado se transforman en auténticos retos.

Un Gordo, para empezar, no puede pasar el rato paseando, porque nos duelen las articulaciones y nos cansamos, así que por eso crearon los bancos en los centros comerciales. Si os fijáis veréis claramente como sólo hay gente con exceso de peso en los bancos de los centros comerciales, aunque también es posible encontrar a alguien que se le ha metido una china en el zapato o quizá un jubilado que le está tirando migas a las palomas y que te da cosa decirle que no es ahí, porque lo ves tan entretenido...

No se puede llevar a un Gordo a un centro comercial a comprar ropa, porque no nos gusta comprar ropa, y no nos gusta comprar ropa porque siempre que nos probamos algo nos está pequeño. Y vamos al dependiente y le decimos: -"Disculpe, señorita, ¿tiene este pantalón pero dos tallas más?" Ella te mira, de arriba abajo, de izquierda a derecha, por delante y por detrás, como si no se creyera que alguien tan "grande" no se hiciera la ropa con las cortinas del salón. Pero aquí tienen un detalle que muy poca gente tiene. Te mira y te dice: -"Aquí no, pero déjeme mirar en el almacén". Y cuando sale del almacén te dice: -"Lo siento, se nos han terminado". Aquí realmente lo que ha pasado es lo siguiente: cuando tú le has preguntado ella te ha mirado y ha pensado "Joder, qué mole... pero aquí lo tienes, con su orgullo, intentando comprar unos pantalones en una tienda en la que la talla 36 sólo le vale a la Nancy tamaño natural"; luego se mete en el almacén, aprovecha para fumarse un cigarro y sale para darte la noticia y que tu te vayas contento, pensando que sí tenían tu talla, y que si sólo hubieras pasado por allí cinco minutos antes, tendrías tus pantalones.

Un Gordo no toma "algo"... un Gordo se lo toma TODO! Vamos a tomar unas cañas y, si ponen tapa, nos comemos todas las que podemos, y muy rápido antes de que se acaben o se las coman los demás. Y cuando sólo queda una patata brava en el plato tenemos esa famosa frase de: "¿Esa patata tiene nombre?" Esto quiere decir: "Como alguien se coma esa patata le corto una mano". Y es que si no fuera así, no estaríamos Gordos.

Y ya no os digo nada de ir al cine. ¿Por qué hacen esas butacas tan estrechas? ¿Es que los Gordos no podemos ir al cine y disfrutar de una película? Claro que podemos, porque según tu amigo "el gracioso" tienes que sacar dos entradas! Ja, ja... me parto... 

Pero la escena más graciosa de los centros comerciales es cuándo los Gordos subimos a la planta de arriba en el ascensor, por llamar a ese tubo de mierda de alguna manera. Y es que los ascensores de ahora van equipados con un "pitido" que te avisa cuándo hay sobrecarga. Yo una vez me subí a uno de esos ascensores que estaba casi lleno y comenzó a pitar. El último que se había subido se bajó y seguía pitando. Al final me bajé y los que quedaron pudieron comenzar su ascenso. Estuve esperando a que volviera a bajar y cuando bajó me subí yo sólo, pero en lugar de pitar se oía una voz que decía: "Vamos a ver tío... ¿es que no te ha quedado claro la primera vez que te he pitado?".

En fin, Gordos y Gordas, evitad los centros comerciales, y si no podéis, aprovechad los kebab que están de muerte. Vamos con la dieta de hoy:
  • Desayuno: Café con leche y un bollito.
  • Almuerzo: dos piezas de fruta.
  • Comida: Macarrones con atún.
  • Merienda: Vaso de leche semidesnatada con cereales de fibra y fruta.
  • Cena: dos sandwiches mixtos y 4 espárragos.
14/03/2014 - Día veintitrés - Peso Actual: 116,6 Kg - Los lugares públicos no son para Gordos

No hay comentarios:

Publicar un comentario