¡Por fin! Después de tanto esperar ha llegado la báscula nueva. Ahora os pongo una foto para que la veáis. Ya me he pesado en ella y no puedo esperar al final del blog para deciros que mi peso actual es de... ¡¡¡117 Kg!!!! Se acabaron mis inquietudes. De momento la dieta está funcionando y yo estoy feliz de poderos seguir demostrando día a día la teoría de que sólo con dieta sana y ejercicio se puede conseguir perder todo eso que nos sobra y que rodea nuestra silueta escultural, porque está ahí dentro, os lo juro.
Sinceramente, tengo muchas ganas de que vaya pasando el tiempo para ir perdiendo esos kilos que sobran, pero por otro lado hay que procurar tener siempre la mente en el objetivo final, ya que si nos despistamos se nos puede olvidar todo el esfuerzo que estamos haciendo y volver a las malas costumbres que nos llevaron hasta donde estábamos hace tan solo dos semanas. Recordad siempre que estamos adquiriendo nuevos hábitos, por lo que tenemos que dejar de lado los que teníamos y mantener estos nuevos que nos hacen sentir mejor. Como véis es un proceso lento, pero el peso que vayáis perdiendo no volverá nunca, a no ser que volvamos a los malos hábitos.
A ver, Gordos, ¿habéis ido alguna vez en transporte público? Vosotros os quedáis en la parada, esperando a que llegue el Bus, por ejemplo. Cuando llega os subís tranquilamente, picáis vuestro billete y aquí empieza la juerga padre. Empezáis a buscar con la mirada un sitio libre para sentaros, porque de estar de pié esperando os duelen mucho las piernas. Aquí me gustaría hablar de otro tema. ¿En qué piensan los diseñadores de paradas de autobús cuando les toca poner los bancos para sentarse? ¿Os habéis sentado alguna vez en uno de esos bancos? ¡Ponedle un refuerzo o algo! ¡Hombre por Dios! Que los que más los usamos somos nosotros. ¡Que eso es como si a Superman le quitas la capa! ¡Que sí! ¡Que vuela igual! ¡Pero va acojonado!: -"Ostias, que no llevo la capa. Y con lo alto que voy y lo duro que estoy, fijo que hago un boquete como para encontrar el fósil del eslabón perdido". Pues tú estás igual: - "Ostias, que esto se está doblando. Y con lo gordo que estoy fijo que convierto esto en un plegatín y la espanzurrada va a ser digna de una zambuyida de Falete en SPLASH!".
Pero volvamos al tema que nos ocupa. Tú, con todo tu ser humano puesto, te vas moviendo hacia el interior del autobus. De repente ves un sitio libre, y allí que te vas, a sentarte. Aquí hay que añadir que normalmente los primeros asientos que se ocupan en un autobus son los que están pegados a la ventanilla, así que normalmente sólo quedan libres los asientos de pasillo. Aquí tienes que empezar a pensar una cosa: los asientos de los transportes públicos no están hechos para culos gordos como el tuyo. Quiero hacer otro inciso en esto. En los autobuses de antes no, pero en los de ahora, nada más entrar hay cuatro asientos que son el doble de anchos que el resto. Pues bien, ¿qué os hace pensar que son para que las "Maripuri" delgaditas se puedan sentar con las doscientas bolsas del Zara, mientras hablan por el móvil con alguna "Maritere" para contarle que no sabe qué se va a poner este fin de semana?. ¡No los ocupéis por Dios! ¡Que son para que los gordos puedan meter el culo!
Hoy me estoy desviando mucho del tema, pero es que... bufffffff. Bueno, pues seguimos. Tú te vas acercando a tu sitio libre y de repente... ¿os habéis fijado en la cara que pone la persona que está sentada al lado del sitio que váis a ocupar? Es que os mira como si por la ventana estuviera entrando un sol espectacular y de repente tú lo hubieras eclipsado todo y lo único que tienes en la mente es joderle el día. Yo puse la misma cara el día que me operaron de fimosos y tiraron el pellejo que sobraba. ¡Jo! ¡Yo me quería hacer una gabardina! El caso es que tu te sientas a su lado y con tu mejor sonrisa dices: - "Perdón". A partir de ese momento empieza una guerra interminable en la que él quiere volver a recuperar su sitio y tú intentas molestar lo menos posible, porque eres educado. Así que juntas las piernas todo lo que tus muslos (y lo otro que está en medio) te permiten. En cambio el las empieza a abrir un poco más como para volver a recuperar su espacio vital. Tú cruzas los brazos como para no ocupar más de lo necesario y el los pone a los lados como reclamando esos laterales del asiento. En ese momento en tu cabeza empieza a sonar una sintonía que todos conocemos: La sintonía inicial de "El Hombre y la Tierra" de Félix Rodriguez de la Fuente. -"Tun tun tun tutun. Tun tun tun tutun. Tiro toriro riro. Tiro torin ton tin. El pequeño hombrecillo... ¡lucha! desesperadamente por que el orondo intruso evite ocupar su hábitat. Con ligeros empujones... ¡inenta! por todos los medios... ¡apartar! de su lado a la bessstia que lo acecha"! Joder, que complicado es escribir una imitación de Félix Rodriguez de la Fuente.
Al final acabas con el borde de tu asiento metido en la raja del culo, una pierna fuera y la otra dentro, y sentado de medio lado, como mirando hacia el pasillo, que ahí empiezas a molestar a toda la gente que pasa. Un secreto más de gordos: evitamos por todos los medios el transporte público.
Aquí os dejo una foto de mi nueva báscula. Necesito que me ayudéis a ponerle un nombre. Espero vuestros comentarios.
Vamos con la dieta de hoy:
- Desayuno: Café con leche.
- Almuerzo: Una naranja.
- Comida: Brócoli con patatas.
- Merienda: Leche semidesnatada con cereales de fibra y fruta.
- Cena: Un cogollo con anchoas y una tortilla francesa.
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