Vamos a hablar de otra dieta milagrosa: La dieta del sirope de Savia o sirope de Arce. Este sirope es un endulzante natural que tiene propiedades desintoxicantes. Consiste básicamente en estar diez días a base de un preparado de agua, sirope de arce y limón, bebiendo dos litros de este producto durante estos diez días. ¿Pero eso que es? Pero si eso es beberse una lavativa. Si eso ya estaba inventado cuando los tiempos de mi abuela, pero entraba por el orificio opuesto con un tubo enganchado a una especie de bocina como las que llevaba Chico Marx. Os juro que no me quiero imaginar los efectos secundarios de esta fantástica dieta.
En primer lugar hay que tener en cuenta que esta dieta no tiene nada de alimento sólido, así que para vuestras cuentas, es como cuando tienes gastritis, que te dicen que solo puedes beber agua con limón o Aquarius. Pues esto es lo mismo solo que al revés. Aquí primero empiezas con el agua con limón y acabas con gastritis. ¿Habéis probado alguna vez a alimentaros sólo a base de líquido durante diez días? Sólo os voy a dar una pista: los patos y las palomas también se alimentan de líquido, o sea que imaginaros los dibujitos tan bonitos que podéis dejar en la taza del water. Que yo he estado con gastritis y más de una vez me ha quedado un Dalí que me ha dado lástima hasta tirar de la cadena.
En definitiva, esta dieta dicen que consiste en algo que está dulce (que yo lo he probado y eso de dulce tiene lo que yo de apóstol) y que desintoxica el organismo. El precio que tiene el sirope de marras es prohibitivo. Yo cuando probé esta dieta compré el bote pequeño (para probar, claro) y me costó cinco mil de las antiguas pesetas. Si lo queréis hacer a lo barato, os cogéis dos litros de agua, le echáis un paracetamol y dos pastillas de sacarina, que viene siendo lo mismo. Con cinco euros lo tenéis hecho y os aseguro que los resultados van a ser exactamente los mismos, sólo que mejor, porque encima no os dolerá la cabeza.
A mi hace unos años me pasó una cosa parecida a la dieta del sirope. Resulta que mi madre, que ya os he explicado que hace unos remedios caseros infalibles, había hecho un preparado a base de hierbas que servía para "soltar el estómago". Como había hecho preparado de ese en cantidades industriales, lo metió en una botella de coca cola y lo dejó en la nevera. Esa misma noche yo había salido con unos amigos "a tomar algo", y como todos sabemos ese algo son de diez gintonics "pa arriba". Total que cuando llegué a casa, abrí la puerta con tanto sigilo que sólo desperté a tres vecinos (uno de ellos sordo), y todos sabemos la sed que da el gintonic. Abrí la nevera y dije para mis adentros: -"¡Ostias, Coca Cola!". Abri la botella y sólo me di cuenta de que no era Coca Cola cuando ya me había bebido más de medio litro del brebaje. Os aseguro que durante más de cinco días mi único asiento fue la taza del water, hasta el punto que se me dormían las piernas y se me quedaba la tapa roja marcada en el culo. Perdí un montón de peso, pero no valió la pena, de verdad, así que lo recuperé.
Otro motivo más para no seguir esas dietas milagrosas. La dieta del sirope de Arce o de Savia o de lo que coño sea, queda descartada de mis dietas milagro, porque lo único que tiene de milagro es que los intestinos puedan volver a su lugar después de tan infame tratamiento.
Vamos con mi alimentación de hoy:
- Desayuno: Café con leche y galletas.
- Almuerzo: Dos piezas de fruta.
- Comida: Ensalada de garbanzos.
- Merienda: Una gelatina de limón light.
- Cena: Puré de zanahoria y una tortilla francesa.
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