domingo, 23 de marzo de 2014

Día treintaidós - Los días pasan despacio

Ya hace un mes que empezamos con esta campaña de quitarnos los kilos sobrantes sin hacer ninguna dieta especial, y los días pasan muy lentos. Ya he perdido casi cinco kilos en un mes, cosa que no está mal, teniendo en cuenta que no he recuperado ninguno de los que he ido perdiendo, así que vamos bien. Sin embargo, siempre nos van a entrar prisas por perder peso, porque siempre queremos conseguir los objetivos lo más rápido posible. Un consejo para los que estén siguiendo este método y les entren las prisas: paciencia. Y no hay ninguna clave más para el éxito. Simplemente paciencia. Las cosas están llegando poco a poco, y aunque no hayan llegado todo lo rápido que queremos, la paciencia y la constancia nos harán conseguir nuestra meta, así que paciencia.

Un día leí una frase que decía: "no pretendas perder todos los kilos que te sobran en pocos meses porque piensa los años que llevas metiendo esos kilos en tu cuerpo". ¿Qué quiere decir eso? Pues tan sencillo como que llevas muchos años siendo Gordo y recopilando todos esos kilos en tu cuerpo, así que no se puede pretender perderlos sin esfuerzo y en muy poco tiempo. Se puede hacer, por supuesto, porque yo he conocido muchos casos de gente que ha perdido una cantidad ingente de kilos en muy pocos meses, pero no es saludable, ya que no es lógico. Así que como he insistido hace un momento, para hacer las cosas bien, lo primero que hay que tener es paciencia.

Hoy un amigo me ha dicho: -"Sergio, ten en cuenta que ahora estás perdiendo peso poco a poco porque, debido al ejercicio que estás haciendo, estás ganando músculo, que pesa más que la grasa, así que es normal que ahora los kilos bajen más despacio". No se cómo agradecer este tipo de comentarios y los ánimos que estoy recibiendo por parte de todos para seguir adelante. Hoy no quiero hacer reir a nadie. Simplemente quiero haceros sonreir, y que penséis en positivo, porque lo vamos a conseguir, y que se fastidien todos los que nos han criticado por ser Gordos, porque nunca han querido ver que debajo de cada Gordo hay una persona excelente... cosa que por otro lado me parece lógico, porque si encima de Gordos fuéramos unos bordes.... ¡vaya lote!

Gracias por los ánimos y todos los mensajes de apoyo que estoy recibiendo, os los devuelvo y los hago extensibles a todos los que estáis en ese proceso. Ánimo y paciencia. Todo llegará, os lo prometo. A mí ya me está llegando, aunque sea despacio.

Vamos con la dieta de hoy:
  • Desayuno: café con leche y tostadas.
  • Almuerzo: dos mandarinas.
  • Comida: Ensaladilla rusa, carne en salsa y un trozo de tarta de queso (hoy hemos estado comiendo en casa de mis suegros).
  • Merienda: yo creo que con la comida ya hemos pagado.
  • Cena: Paquetitos de felicidad (es una receta secreta, pero están más ricos!!!)
23/03/2014 - Día treintaidós - Peso Actual: 115,5 kg - Be water my friend.

viernes, 21 de marzo de 2014

Día treinta - Qué injusta es la vida

En primer lugar quiero pedir perdón por no escribir ayer la entrada, pero es que no quería hacer el ridículo porque no se como se escribe veintinueve... en fin... La verdad es que me quedé dormido en el sofá y me desperté a las dos de la mañana, porque fué un día duro y luego me fui con "Sacalenguas" a dar una vuelta, así que... plof!

¿Por qué es tan injusta la vida con los Gordos que queremos dejar de serlo? ¿Es que no tenemos bastante con la constancia, el sufrimiento, la fuerza de voluntad...? Pues parece ser que no. Y ¿por qué digo esto? Pues muy sencillo. Ahora estoy empezando a perder todos esos kilos de más que había ido recopilando durante todos estos años y que se habían acumulado en su mayor parte en la zona abdominal. Por cierto, ¿por qué hacemos la bromita tan "elocuente" cuando alguien nos dice: -"Macho... vaya barriga has echado!" Y nosotros, respondemos, como para quedar bien: -"Su dinero me ha costado!" Que bien te podrían decir: -"Pues lo podías haber invertido en otra cosa macho, porque vaya fardo!"

En fin, que me voy del tema, y últimamente me pasa mucho, así que vamos a centrarnos. Nuestro cuerpo lleva mucho tiempo reteniendo una serie de carnes internas que han hecho que nuestro cuerpo haya cogido un volúmen considerable. Pero ¿qué pasa cuando las cosas van volviendo a su ser? Pues... como diría Sheldon Cooper: -"¡ZAS! ¡En toda la boca!". No se si alguien me puede confirmar el dato, pero a mi me están empezando a aparecer estrías por toda la panza. Y eso amigos ¡no es justo! Porque estamos luchando por tener un cuerpecito más o menos agradable, y ya me diréis que tiene de agradable quitarse la camiseta y que aparezcan las muescas del maltrato que le hemos dado a nuestro cuerpo. ¿Es que no tienen compasión de nosotros? Es que te quitas la camiseta y parece que lleves debajo otra de pana y de color carne.

Por cierto, ¿qué color es el color "carne"? Yo cuando era pequeño y estábamos en el colegio, cuando el profesor nos decía que teníamos que hacer un dibujo de una persona, le decíamos al compañero de al lado: -"Oye, ¿me dejas el color "carne"?" Que si ese compañero te hubiera dado el color rojo también valdría, o el marrón, o el amarillo... porque amigos, carne hay de todos los colores. Pero en nuestra enrome inocencia, le llamábamos color "carne". Había más colores que se podían confundir por su nomenclatura, como por ejemplo, el color "caca". Si es de adulto, está claro, pero las palomas hacen caca gris y blanca, y los bebés verde... así que ya la hemos vuelto a liar. Por eso vendían esas cajas de 45 colores... para dejar volar nuestra creatividad. Aunque si yo fuera el fabricante de esas cajas pondría 44 colores diferentes y 20 lapiceros de color negro, que era el que siempre se gastaba primero.

Vamos con la dieta de hoy:
  • Desayuno: café con leche semidesnatada y 4 galletas.
  • Almuerzo: Hoy no he almorzado, porque no he tenido tiempo.
  • Comida: Judías blancas con salchichas.
  • Merienda: un vaso de zumo de piña sin azúcar.
  • Cena: hamburguesa casera.
21/03/2014 - Día treinta - Peso Actual: 115,8 kg - Las estrías me las pintaré con color carne.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Día veintiocho - Los calambres

Hoy, hablando con unos compañeros del trabajo, ha salido un tema que me ha dado mucho que pensar. Hemos estado hablando de esas maravillosas máquinas que tienen unos electrodos que te colocas por el cuerpo y que, cuando los enchufas, te envían una serie de micro estímulos a los músculos que los hacen trabajar mientras tú estás cómodamente sentado en el sofá viendo tu serie favorita.

Así es por lo menos como lo anuncian en la tele. Yo más bien diría que son auténticas máquinas de tortura incapaces de hacerte perder ni un gramo de grasa y que sirven para que la gente que no tiene ganas de moverse, se motive pensando que con esa absurda máquina está moviendo su cuerpo. ¿Las habéis visto alguna vez? Seguro que sí, porque aunque no quieras siempre tienes uno de esos anuncios en el intermedio de cualquier programa en cualquier canal.

Para empezar, y como siempre pasa en este tipo de anuncios, te suelen poner como ejemplo a gente que no lo necesita para nada. Tu ves al tío sentado en el sofá sin camiseta, todo cachas, con los electrodos colocados en los pectorales, y con una cosa a la cintura que parece la riñonera de un yonki (o "junkie" para los puritanos). Tu no sabes si ese tío está con la máquina de electroestímulos o en el hospital por haberse metido lo que llevaba en esa riñonera.

El caso es que el tío se pone en el sofá, enciende el cacharro ese, y automáticamente todos sus músculos empiezan a dar unos saltos que te dan ganas de llamar al 112 para que un profesional pare el ataque epiléptico del primo de Jean Claude Van Damme. Si navegamos un poquito por internet, vemos que para que los músculos den esos saltos, se necesitan unas corrientes eléctricas bastante elevadas, así que es totalmente imposible que, basándonos en las especificaciones de los fabricantes de esos trastos, los músculos se muevan de la manera que lo hacen. Yo he visto a Arnold Schwarzenegger en Conan el Bárbaro y hacía exactamente los mismos movimientos, pero sin electrodos. Él los hacía con la rubia esa que le pusieron en la peli y que no sabía dónde se estaba metiendo. Porque el Schwarzenegger tendrá un cuerpazo que te cagas, pero con el careto paga. Así que supongo que la rubia pensó: -"Lo que sea por Crom". ¡Ojo! No confundir con el Google Chrome.

En fin, que me despisto, que ahí tenemos a nuestro cachas moviendo los músculos al ritmo de las maracas de Machín con un cacharro que funciona con dos pilas de mando a distancia. Y el tío tan feliz, pensando que nos lo estamos tragando... y ¡todo por el increíble precio de 99,99 euros! ¡Tócate los cojones! Si que es increíble, sí. Porque parece increíble que por una riñonera con dos cables te soplen casi cien eurazos. Y eso no es todo, porque cada vez que te pones ese trasto, te estás jugando la vida. Sí amigos, como lo oís. Si queremos incluir esos aparatos como deporte, habría que meterlos en el apartado de "Deportes de Riesgo", junto con el "puenting", el "rafting" y todo lo que acaba en ing. Le podríamos llamar el "electrocuting". ¿Por qué? Pues porque imagina por un momento que te quedas dormido con el cacharro ese pegado al cuerpo. Tú normalmente estarás con tu cervecita y viendo una peli, porque es tan cómodo que lo puedes usar hasta en el sofá... o eso dicen. En situación normal, si te quedas sopa en el sofá con la birra en la mano y te la echas por encima, como mucho vendrá tu mujer y te echará la bronca. Pero en la misma situación con el cacharro ese enchufado, como tu mujer no oiga los gritos, cuando vuelva al salón se va a encontrar en el sofá con el hermano mulato de Pumuki.

No hagáis caso de las cosas que salen en la tele. Mi abuela me enseñó que todas son mentira, y pude comprobarlo cuando abrieron el canal de Intereconomía.

Vamos ya con el menú del día:
  • Desayuno: Café con leche.
  • Almuerzo: Una manzana.
  • Comida: Patatas asadas con 2 filetes de carne.
  • Merienda: A la hora de la merienda todavía estaba trabajando... menudo día.
  • Cena: Fingers de Parmesano y un cogollo.
19/03/2014 - Día veintiocho - Peso Actual: 116,7 Kg - Yo creo que si te metes una pila por el culo debe hacer el mismo efecto

martes, 18 de marzo de 2014

Día veintisiete - La dieta de los puntos

El otro día, hablando con un entrenador del gimnasio al que voy, salió el tema de una de las dietas más extrañas que he visto en mi vida. Se llama la dieta de los puntos o Weight Watchers Diet. El rollo es el siguiente: cada alimento tiene un determinado número de puntos y cada persona, según su edad, peso y altura, puede comer un determinado número de puntos al día. Por ejemplo, si tu cuerpo tiene un total de 12 puntos, tienes que combinar los alimentos de tal forma que no superes el consumo de 12 puntos diarios.

Esto en principio puede parecer un buen método, porque es una manera de controlar el consumo de calorías diario pero, ¿y si lo malinterpretamos? Si por ejemplo mi cuerpo me permite un total de 24 puntos diarios y un menú de hamburguesería tiene 30 puntos, pues me pillo una hamburguesa doble con queso, patatas fritas con ketchup y un cuarto de litro de coca cola y me cojo los 24 puntos de hoy y 6 del día siguiente, con lo que yo me como mi menú tranquilamente sabiendo que mañana sólo puedo comer 18 puntos.

Si tenemos en cuenta que yo puedo comer 24 puntos diarios, eso supone que son 168 puntos a la semana. Si un menú de hamburguesería son 30 puntos y como y ceno hamburguesa, son 60 puntos al día. Pues estoy dos días así y me quedan 48 puntos para repartir en el resto de los cinco días, o sea 9 puntos por día. Y aquí está el truco, porque según esta dieta, la fruta tiene 0 puntos, o sea, que puedes comer toda la fruta que quieras. Pues ya está, me como otro menú de hamburguesa que son otros 30 puntos, por lo que me quedan 18 y esa noche ceno fruta. Al día siguiente comparto otro menú con mi mujer, por lo que son 15 puntos más. Todavía me quedan 3, así que venga fruta. Y acabo la semana a fruta y para completar el domingo me como un flan de huevo que son 3 puntos. Aplicando la dieta de los puntos podemos obtener la dieta de la hamburguesa y la fruta, que es una dieta muuuuuuy equilibrada.

Yo me imagino a la anciana señora Juana en el médico: - "Mire usté doztor. Es que quiero perder una mijica de peso y quería saber qué dieta es mejor". Y el médico le suelta: - "Si señora, le propongo la dieta de los puntos". Y acto seguido vemos a la anciana señora Juana, que ya tiene problemas para poner a grabar una película en un video VHS, calculadora en mano calculando los puntos que tiene el plato de cocido. Al final acabarían haciendo como hacen todas las abuelas. Porque una cosa que tienen las abuelas es que cuando no entienden algo, lo adaptan a su manera de entenderlo y al final lo acaban haciendo todo como les da la gana. "Vamos a ver... me dijo el doztor que yo tenía 18 puntos... si me como el cocido ya son 8 puntos menos... mas dos que me ponen por estar abonada al club de punto de cruz... me como dos mandarinas que no gastan... cojo los 12 puntos del carné de mi Paco que ya no coje el coche y no le hacen falta..." Y al final acaban comiendo verduras y pechuga a la plancha, que es el comodín de las dietas.

En fin, otra de esas dietas que, por muchas vueltas que le des, no le encuentras la estabilidad ni a patadas. El que se debería dar un punto es el inventor de esta dieta, pero en la boca, a ver si deja de decir chorradas.

Vamos con el menú del día:
  • Desayuno: Café con leche y galletas y un zumo de piña.
  • Almuerzo: un plátano.
  • Comida: Filete de ternera con champiñones.
  • Merienda: Hoy tampoco he merendado, Yoli.
  • Cena: Guisantes y pez espada.
18/03/2014 - Día veintisiete - Peso Actual: 116,4 kg - Como diría Chicho Terremoto: "Tres puntos Colega!"

lunes, 17 de marzo de 2014

Día veintiseis - Perdón por la ausencia

Hola de nuevo. Este fin de semana ha sido un poco movido, así que no he podido escribiros, pero ahora que he encontrado un momento tranquilo retomo el tema. No os penséis que me he rendido. Esta vez nadie podrá conmigo.

Este fin de semana ha sido un poco caótico, en primer lugar porque hemos subido a pasarlo al chalet de mi suegro, y a partir de aquí tenemos mucho qué contar. Porque los suegros son... son... vamos a dividir un poco el tema. Tenemos varios tipos de suegros. Por un lado están los suegros "de toda la vida".

Un suegro de los de toda la vida es el típico suegro que, la primera vez que le conoces, te hace un exámen visual total. Te repasa de arriba a abajo con una mirada intimidatoria, como si quisiera dejar claro que por mucho que tú estés entrando en la familia de nuevas, ahí el que manda es él y así va a seguir siendo el resto de tu vida. Y eso sinceramente es bastante incomodo. ¿Por qué esa necesidad imperiosa de intimidar? ¿Es que se creen que así van a conseguir que dejemos de acostarnos con su hija? Yo creo que lo saben, y que por eso nos miran de esa manera.

Estos también tienen muchas peculiaridades, porque tienes que ser de su mismo equipo de fútbol, de su mismo partido político y te tienen que gustar las mismas cosas que a él. ¿Por qué? Muy sencillo. Porque alguien inventó una vez la frase de que todas las mujeres buscan en su futuro marido las mismas cosas que han visto siempre en su padre. Es como si hubiera un continuo síndrome de Electra en todas las mujeres. Nada más lejos de la realidad, porque si todos nos parecieramos a nuestros suegros, la raza no evolucionaría. Pero volviendo al caso, si por ejemplo tu suegro es de derechas y tu de izquierdas, automáticamente cuando habla con su hija sobre tí te llama "tu novio, el rojo". Si tú eres del Barça y tu suegro del Madrid, serás "el culé". Pero lo peor es cuando tú no has hecho la mili y tu suegro es militar. "Piesplanos" es lo más agradable que oirás a partir de ese momento.

Luego tenemos al suegro moderno, o suegro "enrrollao". Este suegro es el que tienen los jóvenes de ahora, o sea, los que son más o menos de mi generación y son suegros. Es el típico suegro que ve el fútbol contigo, que te anima y ayuda en tus proyectos y que entiende que te lleves a su hija "por ahí" y lleguéis un poco tarde. No te fies de estos últimos, porque al final hay una cosa en la que no se diferencian de los otros. Te tendrán siempre en el punto de mira porque al fin y al cabo, también te estás acostando con su hija, y eso es lo que les hace siempre estar en guardia, porque son suegros, no amigos. Tenlo siempre muy presente.

Vamos con la dieta de hoy:
  • Desayuno: Café con leche y galletas.
  • Almuerzo: Dos piezas de fruta.
  • Comida: Menestra de verduras y palitos de pescado.
  • Merienda: zumo de piña.
  • Cena: Bocadillo de jamón serrano.
17/03/2014 - Día veintiseis - Peso Actual: 116,3 kg - Que conste que mi suegro es el mejor suegro del mundo... por si lo lee

viernes, 14 de marzo de 2014

Día veintitrés - Los centros comerciales

En el título de la entrada de hoy he nombrado al peor enemigo de un Gordo. Y es que un centro comercial para un Normal es un lugar en el que puede pasar el rato, comprar ropa, tomar algo, ir al cine, etc. Para un Gordo es exactamente lo mismo, sólo que cada una de las actividades que he nombrado se transforman en auténticos retos.

Un Gordo, para empezar, no puede pasar el rato paseando, porque nos duelen las articulaciones y nos cansamos, así que por eso crearon los bancos en los centros comerciales. Si os fijáis veréis claramente como sólo hay gente con exceso de peso en los bancos de los centros comerciales, aunque también es posible encontrar a alguien que se le ha metido una china en el zapato o quizá un jubilado que le está tirando migas a las palomas y que te da cosa decirle que no es ahí, porque lo ves tan entretenido...

No se puede llevar a un Gordo a un centro comercial a comprar ropa, porque no nos gusta comprar ropa, y no nos gusta comprar ropa porque siempre que nos probamos algo nos está pequeño. Y vamos al dependiente y le decimos: -"Disculpe, señorita, ¿tiene este pantalón pero dos tallas más?" Ella te mira, de arriba abajo, de izquierda a derecha, por delante y por detrás, como si no se creyera que alguien tan "grande" no se hiciera la ropa con las cortinas del salón. Pero aquí tienen un detalle que muy poca gente tiene. Te mira y te dice: -"Aquí no, pero déjeme mirar en el almacén". Y cuando sale del almacén te dice: -"Lo siento, se nos han terminado". Aquí realmente lo que ha pasado es lo siguiente: cuando tú le has preguntado ella te ha mirado y ha pensado "Joder, qué mole... pero aquí lo tienes, con su orgullo, intentando comprar unos pantalones en una tienda en la que la talla 36 sólo le vale a la Nancy tamaño natural"; luego se mete en el almacén, aprovecha para fumarse un cigarro y sale para darte la noticia y que tu te vayas contento, pensando que sí tenían tu talla, y que si sólo hubieras pasado por allí cinco minutos antes, tendrías tus pantalones.

Un Gordo no toma "algo"... un Gordo se lo toma TODO! Vamos a tomar unas cañas y, si ponen tapa, nos comemos todas las que podemos, y muy rápido antes de que se acaben o se las coman los demás. Y cuando sólo queda una patata brava en el plato tenemos esa famosa frase de: "¿Esa patata tiene nombre?" Esto quiere decir: "Como alguien se coma esa patata le corto una mano". Y es que si no fuera así, no estaríamos Gordos.

Y ya no os digo nada de ir al cine. ¿Por qué hacen esas butacas tan estrechas? ¿Es que los Gordos no podemos ir al cine y disfrutar de una película? Claro que podemos, porque según tu amigo "el gracioso" tienes que sacar dos entradas! Ja, ja... me parto... 

Pero la escena más graciosa de los centros comerciales es cuándo los Gordos subimos a la planta de arriba en el ascensor, por llamar a ese tubo de mierda de alguna manera. Y es que los ascensores de ahora van equipados con un "pitido" que te avisa cuándo hay sobrecarga. Yo una vez me subí a uno de esos ascensores que estaba casi lleno y comenzó a pitar. El último que se había subido se bajó y seguía pitando. Al final me bajé y los que quedaron pudieron comenzar su ascenso. Estuve esperando a que volviera a bajar y cuando bajó me subí yo sólo, pero en lugar de pitar se oía una voz que decía: "Vamos a ver tío... ¿es que no te ha quedado claro la primera vez que te he pitado?".

En fin, Gordos y Gordas, evitad los centros comerciales, y si no podéis, aprovechad los kebab que están de muerte. Vamos con la dieta de hoy:
  • Desayuno: Café con leche y un bollito.
  • Almuerzo: dos piezas de fruta.
  • Comida: Macarrones con atún.
  • Merienda: Vaso de leche semidesnatada con cereales de fibra y fruta.
  • Cena: dos sandwiches mixtos y 4 espárragos.
14/03/2014 - Día veintitrés - Peso Actual: 116,6 Kg - Los lugares públicos no son para Gordos

jueves, 13 de marzo de 2014

Día veintidós - Somos lo que comemos

Yo no se cuántas veces he oído la frase "Somos lo que comemos". Yo por ejemplo siempre he sido de comer muchas salchichas y plátanos... y se podría pensar dos cosas: o que no me da ninguna envidia ver películas de Nacho Vidal o que me gusta comer cosas alargadas. Yo como dato sólo os puedo decir que no soy gay.

Después de esta vacilada que me acabo de pegar vamos a ver el tema que nos ocupa hoy. "Somos lo que comemos" es una frase genial que no quiere decir otra cosa más que nuestro cuerpo es un fiel reflejo de nuestra alimentación. Es como educar a un perro. Si tu a un perro lo educas mal, obtendrás un mal resultado. En cambio un perro bien educado es un perro feliz. 

La excepción en este caso sería la perrita Pippin. Esa que se iba de casa y se hacía la maleta y todo. Estaba educada de cojones pero era triste. Esto llevado a la frase "Somos lo que comemos" seria equivalente a esas personas que tu ves que todos los días se ponen hasta el culo de bocadillos de chorizo y de pasteles y golosinas y no engordan ni que los mates. Si hombre, a esas personas que, si eres Gordo, los miras con el odio más profundo. Que quieres que de tanto comer sen pongan igual de gordos que tu, pero ni de coña. Son esas personas que quieres que les salga una almorrana que no les deje sentarse. Mi madre decía siempre que esa gente era de mala raza... pero a mi me siguen dando envidia.

Por cierto, si realmente somos lo que comemos... ¿qué comen?:
  • Paquirrín: cosas rellenas de cosas que llevan salsa de cosas con cosas por encima (definición dada por él mismo).
  • Falete: no os dejéis engañar por el nombre... este se pone hasta el culo de callos a la andaluza y jamón serrano.
  • Sylvester Stallone: dieta a base de toro, buey, caballo y un poco de jirafa para torcer la boca.
  • Justin Beaver: este come palitos de cangrejo, pero no surimi del que comemos los mortales. Este come palitos de cangrejo rojo recién pescado del estrecho de Bering.
  • Ana Obregón: "¿Comer? Ayyyy, a mi no me preguntéis cosas difíciles que no las entiendo"
  • Carlos Arguiñano: dieta basada en carne de hiena y de monologuista de el club de la comedia.
  • Enrique Sanfrancisco: sapo, ancas de rana y anguila.
  • Tamara Falcó (Ambar): "Os he dicho mil veces que dejéis de molestarme. Dales con el bolso mamá".
En fin, que en la mayoría de los casos "Somos lo que Comemos" aunque yo me se de alguna que... en fin... no voy a entrar en el camino de la grosería...

Vamos con el resumen del dia: 
  • Desayuno: Café con leche y 4 galletas  maría.
  • Almuerzo: Un plátano y una naranja.
  • Comida: Judías verdes con patata.
  • Merienda: Hoy no he merendado nada.
  • Cena: Patatas fritas sin aceite con huevo frito.
13/03/2014 - Día veintidós - Peso Actual: 116,7 Kg - Los hay que seguro que comen sólo albóndigas